Luego de más de 30 años colaborando con empresas de todo tamaño e industria, he podido observar que las más exitosas comparten tres cualidades que son centrales en los trabajos investigativos actuales y que están íntimamente relacionadas.

La primera es el propósito. En este ámbito, la investigación realizada por la Universidad de Navarra (Purpose Strength Project), ha demostrado que su fortaleza es un prescriptor de: el sentido de unidad, el compromiso individual y la capacidad de dar “la milla extra”. Brinda dirección estratégica al conectar la identidad organizacional, los valores compartidos y la misión o contribución a entregar a los grupos de interés.

La segunda es la estrategia de sostenibilidad. Dicha estrategia está estrechamente vinculada al propósito, pues es la forma en la que se operativiza la misión declarada. Determina cómo se genera valor económico a través de la generación de liquidez permanente y retorno a los accionistas; cómo se impacta positivamente a las personas mediante relaciones sólidas con los grupos de interés y cómo se satisfacen las necesidades del presente sin comprometer el futuro. Un propósito compartido habilita a las iniciativas sostenibles (o ESG) al permitir que los colaboradores comprendan su importancia y adopten comportamientos sostenibles.

Finalmente, la cultura de resiliencia. Esta capacidad, crucial en tiempos difíciles, le permite a la empresa ser consciente de los riesgos, encontrar oportunidades en la adversidad y continuar operando. Según el Resilience Consortium (WEF), dichas organizaciones promueven: innovación constante, equidad e inclusión, colaboración con las comunidades, respeto por sus colaboradores y la diversidad, entre otros. El propósito apalanca la resiliencia, pues propicia el desarrollo de un liderazgo centrado en fortalecer las relaciones y la estrategia de sostenibilidad también, porque permite anticipar riesgos ESG.

Considero que las empresas que buscan sobrepasar contextos de complejidad y fragilidad se enfrentan diariamente al dilema de prosperar o extinguirse y aquellas que opten por la prosperidad deberán comprender y fortalecer las tres cualidades: un propósito compartido que apalanque la sostenibilidad y promueva conductas resilientes; una estrategia de sostenibilidad que permita cumplir la contribución declarada en el propósito y aborde los riesgos ESG y una cultura resiliente que sostenga la dirección hacia el propósito, genere el crecimiento y capacidad de adaptación y supervivencia.

Tags:

No responses yet

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Latest Comments

No hay comentarios para mostrar.